Artículo - “15 Minutos de gracia, hasta para tomar el avión”

“15 Minutos de gracia, hasta para tomar el avión”

Por: Adriana Moreno G.

En 5 ya llego (se levanta de la cama y se viste)
Bueno ¡te espero!

¿A quién no le ha pasado? Es casi un asunto de todos los días. Quedamos en encontrarnos con alguien a una hora determinada, pero casi siempre es “media horita” más tarde, o ya me atrasé, es que hay mucho tráfico, es que estaba en una reunión, pero ¡por fa profe solo son 5 minutos! ¿Cómo afecta estas peculiares tardanzas y excusas en nuestro desempeño universitario? ¿Qué hacer? ¿Cómo es en otros sitios del mundo?

Existen varios lados de la historia. Hablemos de los profesores, por experiencia propia puedo decir que me han tocado maestros cuya orden es, esperar las dos o tres horas de clase, venga o no venga, alegando que puede existir una prueba, o la temida toma de lista; profesores que encargan a un alumno que avise a todo el curso que esperemos, que esta en una reunión o trabajo, no se sabe a que hora se vaya a desocupar, pero igual, toca esperar, todo esto acompañado del clásico castigo: “como se fueron, la próxima clase deber y prueba”

Pero ellos no son los únicos, si hablamos de tardanzas también se debe incluir a los estudiantes, todos hemos presenciado la típica clase con el profesor condescendiente que deja la entrada libre a los estudiantes, en esta observamos el desfile de llegadas, cada 10 minutos un atrasado, que no solo interrumpe la clase, pero llega y saluda con todos, esto no se queda aquí, se llega al extremo que hay personas que llegan 1 hora tarde, pero como el profesor es “buena gente”, entra.

Todas estas situaciones han provocado un sin número de opciones, que se de un acuerdo profesor-estudiante, por ejemplo: si la clase es a las 7, se da permiso hasta las 7:30 para que  ambos lleguen; la discusión de que si el profesor permite entrar a cualquier hora ¿Por qué los estudiantes no esperan  al profesor a cualquier hora? Y así muchas otras.

Sin duda lo mencionado tiene mucho que ver con el hecho de que, si, somos ecuatorianos, sin que esto sea algo malo, no se puede negar que a todo esto existe una razón de peso que es la cultura, en nuestras conversaciones diarias, en las bromas, hasta en las canciones, tenemos acotaciones de lo peculiares que somos en cuanto a puntualidad, y lo permisivos que somos en el tema, no solo para las clases, sino para todo. ¿Pero como es esto en otros países?¿Harvard también tiene 15 minutos de gracia?


Jesús - Estudiante, Universidad del Valle de México, Toluca - México

“Nosotros esperábamos el tiempo que creíamos prudente, nos permitían entrar tarde pero realmente dependía del profesor, algunos nos daban 15 minutos, con otros no importaba.”

Ingrid - Profesora, Instituto Profesional Esucomex, Santiago - Chile

“Existe un período de 10 minutos para que el profesor llegue y un bloque de 15 minutos para estudiantes [...] con respecto a los atrasos, si se que un alumno es bueno y sobre todo avisa con anterioridad su retraso, le permito entrar, si es un alumno que no tiene mucho interés en el curso, soy más estricta.”

Sophia - Estudiante, University of Applied Sciences, Deggendorf - Alemania

“Depende de la clase, en realidad muchas personas llegan hasta 20 minutos tarde, los profesores por lo general no les importa, o hacen bromas al respecto, esto ya es responsabilidad de cada estudiante ya que la asistencia no es obligatoria. A los profesores los esperamos media hora, si no llega, nos retiramos.”

Luis Felipe - Estudiante, Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universität, Bonn - Alemania.

“Aquí no te exigen asistir a una clase, hay una ley que lo prohibe (existen excepciones, pero es lo general); nunca toman lista, puedes entrar y salir de la clase cuando quieras, si quieres llegar para los últimos 5 minutos pues lo haces. La diferencia es que la gente nunca entra a una clase tarde de manera irrespetuosa y haciendo ruido.”

Ahora solo nos queda sacar nuestras propias conclusiones, considerar si la puntualidad es útil, tanto a nivel estudiantil como a nivel laboral; y más importante que esto, decidir que acciones tomar en nuestra propia vida, pensar si todo este asunto es cuestión de identidad, costumbre o responsabilidad, pero que de algo no nos quede duda “lo digo claro y así tal cual, nada se iguala a mi tierra” - La Grupa